El contrato de arras es uno de los documentos más importantes en el proceso de compraventa de una propiedad, ya que establece el compromiso entre el comprador y el vendedor antes de la firma de la escritura definitiva. Este acuerdo actúa como un precontrato, donde ambas partes se aseguran de que la transacción se lleve a cabo bajo unas condiciones determinadas. Pero, ¿qué implica realmente y qué tipos de arras existen? En este artículo te explicamos qué es el contrato de arras, qué tipos existen y cómo protege a compradores y vendedores.
¿Qué es el Contrato de Arras?
El contrato de arras es un acuerdo privado entre el comprador y el vendedor en una operación inmobiliaria. En este documento, se pactan los términos de la compraventa (precio, plazos, etc.) y, como parte del compromiso, el comprador entrega una cantidad de dinero en concepto de señal o garantía para asegurar la operación.
El propósito de este contrato es garantizar que ambas partes tienen la intención de completar la compra y venta, y establecer las consecuencias para cada una de ellas en caso de incumplimiento.
Tipos de Contrato de Arras
Existen tres tipos principales de contrato de arras, cada uno con implicaciones legales distintas:
1. Arras Penitenciales
Este es el tipo más común y el que suele aplicarse en la mayoría de las operaciones inmobiliarias. En las arras penitenciales, tanto el comprador como el vendedor pueden desistir de la compraventa, aunque con consecuencias económicas.
- Si el comprador se arrepiente y decide no seguir adelante con la compra, perderá el dinero entregado en concepto de arras.
- Si el vendedor se echa atrás y decide no vender la propiedad, está obligado a devolver al comprador el doble de la cantidad recibida en arras.
Este tipo de arras permite a ambas partes cancelar el acuerdo sin consecuencias legales más allá de las mencionadas sanciones económicas.
2. Arras Confirmatorias
En este caso, las arras confirmatorias sirven como prueba de que ambas partes han alcanzado un acuerdo definitivo de compraventa. No existe la posibilidad de desistir unilateralmente sin consecuencias legales.
- Si una de las partes incumple el acuerdo, la otra parte puede exigir judicialmente el cumplimiento del contrato o reclamar una indemnización por daños y perjuicios.
En este tipo de arras, el incumplimiento no se resuelve simplemente con la pérdida de la señal, sino que puede conllevar acciones legales para hacer cumplir la transacción o compensar al perjudicado.
3. Arras Penales
Las arras penales funcionan de manera similar a las confirmatorias, pero con una penalización explícita en caso de incumplimiento. Este tipo de contrato fija una sanción económica, previamente acordada, en caso de que una de las partes no cumpla con sus obligaciones.
- Si el comprador o el vendedor incumplen el acuerdo, deberán pagar la sanción establecida en el contrato, además de los daños y perjuicios que puedan reclamarse.
Este tipo de arras no es tan común como las penitenciales, pero añade una mayor seguridad en cuanto a las penalizaciones por incumplimiento.
¿Qué debe incluir un Contrato de Arras?
Un contrato de arras bien redactado debe incluir varios elementos esenciales para que sea válido y asegure los derechos de ambas partes:
- Identificación de las partes: Nombre completo, DNI o NIF del comprador y del vendedor.
- Descripción del inmueble: Detalle completo de la propiedad, incluyendo su ubicación, características y número de registro.
- Precio de la compraventa: Monto total que el comprador pagará por la propiedad.
- Cantidad entregada en arras: Especificar la cantidad de dinero entregada como señal, que generalmente es un porcentaje del precio de venta, comúnmente entre el 5% y el 10%.
- Plazo para la firma de la escritura: Fecha límite para completar la compraventa ante notario.
- Consecuencias de incumplimiento: Detallar las penalizaciones en caso de que una de las partes decida no seguir adelante con la operación.
- Gastos asociados: Especificar quién asume los gastos de notaría, registro e impuestos, ya que es una parte importante del acuerdo.
¿Cómo protege el Contrato de Arras a Compradores y Vendedores?
El contrato de arras proporciona seguridad jurídica tanto al comprador como al vendedor, estableciendo un marco claro sobre qué sucede si una de las partes no cumple con lo acordado. A continuación, explicamos cómo protege a cada parte:
1. Protección para el Comprador
- Compromiso por parte del vendedor: Al firmar el contrato, el vendedor se compromete a no vender la propiedad a otra persona durante el período acordado. Esto da al comprador la tranquilidad de que la propiedad está asegurada mientras se gestionan las financiaciones o trámites legales.
- Reembolso en caso de incumplimiento del vendedor: Si el vendedor decide no seguir adelante con la operación, el comprador tiene derecho a recibir el doble de la cantidad entregada en arras.
2. Protección para el Vendedor
- Garantía de seriedad del comprador: Al recibir una cantidad en concepto de arras, el vendedor se asegura de que el comprador está comprometido con la compra. Si el comprador se retira de la operación, el vendedor se queda con la señal.
- Compensación en caso de retrasos o falta de financiación: El contrato de arras también establece un plazo para la firma de la escritura, lo que protege al vendedor de indefinidos retrasos por parte del comprador.
¿Cuándo es aconsejable firmar un Contrato de Arras?
Es recomendable firmar un contrato de arras una vez que ambas partes hayan llegado a un acuerdo sobre el precio de la propiedad y las condiciones de la compraventa, pero antes de formalizar la operación en la notaría. Este contrato es especialmente útil si el comprador necesita tiempo para tramitar una hipoteca o completar trámites burocráticos.
El contrato de arras es una herramienta clave para asegurar la compraventa de una propiedad, estableciendo un compromiso claro y seguro para ambas partes. Entender los diferentes tipos de arras y cómo funcionan puede evitar malentendidos y problemas legales. Si estás a punto de comprar o vender una propiedad, es importante contar con asesoramiento jurídico adecuado para redactar un contrato de arras que refleje tus intereses y proteja tus derechos.